Autores: Beatriz Gallardo Paúls y José Luis Espinosa, autores del libro ‘La voz más alta. Ruido mediático, opinión pública y Estado de Derecho’ de la colección Cine y Derecho de Tirant lo Blanch.
Los motivos son varios; señalaremos tres. En primer lugar, la serie tiene un interés evidente en su dimensión de bio-pic de Roger Ailes, un punto de vista que, con los aspectos biográficos como eje narrativo, nos permite asomarnos a los entresijos más perversos de la relación medios/políticos. Observamos cómo Ailes pone la cadena televisiva Fox News al servicio de cierto sector del partido republicano; un sector que, superada la legislatura de Trump, parece haberse convertido en hegemónico. La serie nos muestra que lo que hizo Ailes en Fox News impulsando la campaña de Donald Trump fue solo la culminación de su carrera como asesor del partido; una función que se remonta a la época de Nixon en los años 60 y que se resume en la idea de que la verdad no importa en absoluto. Así verbaliza él mismo sus aspiraciones en Fox: «Tenemos que programar para el espectador que está predispuesto a comprar lo que queremos vender. (…) La gente no quiere estar informada, quiere sentirse informada».
La segunda faceta importantísima en la serie afecta a la dimensión jurídica de estas grandes empresas mediáticas; los trabajadores de la Fox suponen a la empresa de Roger Murdoch un aluvión de demandas relacionadas con abusos, acoso y delitos vinculados a la discriminación. La cadena se ve obligada a indemnizar a denunciantes externos, mientras los trabajadores de la propia Fox News ven sus indemnizaciones reducidas mediante el blindaje de los contratos con cláusulas de confidencialidad. El problema se desarrolla argumentalmente con el acoso sexual que el propio Roger Ailes cometía contra las trabajadoras de la cadena, en todos los niveles de la escala profesional. La denuncia contra Ailes por parte de la presentadora Gretchen Carlson se convirtió en la punta de un iceberg de demandas similares que terminaron con su despido en 2016.
Por último, una gran riqueza de la serie se refiere a la dirección de actores y la magistral actuación de Russell Crowe como protagonista. Su figura llena completamente la pantalla; el despliegue de primeros planos y planos cortos convierte la serie en un festival de interpretación.
Imagen de portada extraída de elplural.com
